Mohandas Gandhi
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en un remoto
lugar de la India, en la ciudad costera de Porbandar, del distrito de Gujarat.
Éste era entonces un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes
tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre, Karamchand
Gandhi, era el primer ministro de Porbandar y pertenecía a la casta de los
banias, mercaderes de proverbial astucia y habilidad en el comercio.
Desde 1918 perteneció abiertamente al frente del movimiento nacionalista indio. Instauró métodos de lucha social
novedosos como la huelga de hambre, y en sus programas rechazaba la lucha
armada y realizaba una predicación de la áhimsa (no violencia) como medio para resistir al
dominio británico. Defendía y promovía ampliamente la total fidelidad a los
dictados de la conciencia, llegando incluso a la desobediencia civil si fuese
necesario; además, bregó por el retorno a las viejas tradiciones hinduistas.
Mantuvo correspondencia con León
Tolstói, quien influyó en su
concepto de resistencia no violenta. Fue el inspirador de la marcha
de la sal, una manifestación a
través del país contra los impuestos a los que estaba sujeto este producto.
Encarcelado en varias ocasiones, pronto se
convirtió en un héroe nacional. En 1931 participó en la Conferencia de Londres,
donde reclamó la independencia de la India. Se inclinó a favor de la derecha del partido del Congreso, y tuvo conflictos con su discípulo Nehru, que representaba a la izquierda. En 1942, Londres envió como
intermediario a Richard Stafford
Cripps para negociar con los nacionalistas, pero al no
encontrarse una solución satisfactoria, estos radicalizaron sus posturas.
Gandhi y su esposa Kasturbá fueron privados de
su libertad y puestos bajo arresto domiciliario en el Palacio del Aga
Khan donde ella murió en 1944,2 en tanto que él
realizaba veintiún días de ayuno.
Su
influencia moral sobre el desarrollo de las conversaciones que prepararon la
independencia de la India fue considerable, pero la separación con Pakistán lo
desalentó profundamente.
Una
vez conseguida la independencia, Gandhi trató de reformar la sociedad india,
empezando por integrar las castas más bajas (los shudras o
‘esclavos’, los parias o ‘intocables’ y los mlechas o
‘bárbaros’), y por desarrollar las zonas rurales. Desaprobó los conflictos
religiosos que siguieron a la independencia de la India, defendiendo a los musulmanes en el territorio indio, siendo asesinado por Nathuram Godse,
un fanático integracionista hinduista, el 30 de enero de 1948 a la edad de 78 años. Sus
cenizas fueron arrojadas al río Ganges.
Sobre
economía política, pensaba que el capital no debería ser considerado más
importante que el trabajo, ni que el trabajo debería ser
considerado superior al capital, juzgando ambas ideas peligrosas; que, más
bien, debería buscarse un equilibrio sano entre estos factores, siendo que
ambos eran considerados igual de valiosos para el desarrollo material y la
justicia. Fue un gran defensor del vegetarianismo
y rechazaba cualquier forma de maltrato a los animales.
Durante
sus años en Sudáfrica, Gandhi se inspiró en la Bhagavad-guita y en los libros de Tolstoi, particularmente en El Reino de Dios
está en Vosotros.
En la década de 1880 Tolstoi se había convertido profundamente a la causa del anarquismo cristiano. Gandhi tradujo otro libro de Tolstoi
llamado Carta a un indio escrito en 1908, en respuesta a los
nacionalistas indios que apoyaban la violencia. Gandhi permaneció en contacto
con Tolstoi hasta la muerte de este en 1910.4
La
carta de Tolstoi se basa en las doctrinas hinduistas y las enseñanzas del dios Krisna en relación con el creciente
nacionalismo indio. Gandhi también se inspiró en el escritor estadounidense, y
también anarquista, Henry David Thoreau que escribió el famoso ensayo La desobediencia civil. El mismo Gandhi, en parte, se ha
convertido en un referente muy representativo del anarquismo pacifista.
El
30 de enero de 1948, cuando Gandhi se dirigía a una
reunión para rezar, fue asesinado en Birla Bhavan
(Birla House) en Nueva Delhi, a los 78 años de edad por Nathuram Godse,
un radical hinduista aparentemente relacionado con grupos
ultraderechistas de la India, como era el partido hinduista Hahasabha, quienes
le acusaban de debilitar al nuevo gobierno con su insistencia en que le fuera
pagado a Pakistán el dinero prometido.
Godse
y su coconspirador Narayan Apte fueron juzgados y condenados a muerte. Su
ejecución se realizó el 15 de noviembre
de 1949. Sin
embargo, el que se considera como instigador del asesinato, el presidente del
partido Hahasabha, Vinayak Damodar Savarkar, quedó libre sin cargo alguno por
falta de pruebas.
Una
prueba de la lucha de Gandhi y su búsqueda de Dios está en sus últimas palabras
antes de morir exclamó: «¡Hey, Rama!». Esto se
interpreta como un signo de su espiritualidad, así como su idealismo en la
búsqueda de la paz en su país. Estas palabras están escritas en el monumento
erigido en su honor en Nueva Delhi.
Comentarios
Publicar un comentario